Bien temprano, con unas privilegiadas vistas sobre Viena y un desayuno de gran altura, iniciamos nuestro primer día completo en la capital austriaca. Dejamos aparcado el coche y recorremos fácilmente la ciudad en su transporte público, en algún que otro bus turístico, en barco fluvial por el Danubio y sobre todo, a pie. A lo largo de este día hicimos unos 12 kilómetros caminando por el centro histórico y visitando sus museos, iglesias, palacios y jardines.
Comenzamos nuestro recorrido por el centro de Viena en Karlsplatz. Se trata de uno de los puntos mejor conectados de la ciudad, lo que lo convierte en una ubicación estratégica para cualquiera que visite la ciudad. Tanto la propia plaza, la más grande de Viena, como el bonito parque adyacente y la impresionante iglesia barroca de San Carlos Borromeo, con sus características y enormes columnas, conforman un conjunto precioso.
A poca distancia de Karlsplatz encontramos el Wiener Musikverein, lugar mundialmente conocido por ser la sede del famoso concierto de Año Nuevo cada primero de enero. Abrió sus puertas allá por 1870 y alberga varias salas de conciertos. La principal es la Goldener Saal, con una calidad acústica excepcional, reconocida como tal entre las tres mejores del mundo. Cuenta con 1744 asientos y unas 300 plazas de pie.
Continuamos nuestro paseo hacia el centro de la ciudad y llegamos a la Ópera Estatal de Viena. Es uno de los teatros de ópera más importantes, de mayor prestigio y tradición del mundo. Fue inaugurado en 1869 con la ópera Don Giovanni (1787) de Mozart. Actualmente alcanza hasta 300 representaciones en una misma temporada. En su puerta inician su recorrido varios autobuses turísticos. A lo largo del día nosotros tomaremos algunos de los amarillos.
Proseguimos muestro camino y pasamos por delante del mítico Hotel Sacher. Está situado entre la Ópera Estatal y el museo Albertina. Fue fundado en 1876 y en su momento llegó a convertirse en uno de los mejores hoteles del mundo. Es muy famoso por su especialidad: la tarta Sacher, una deliciosa tarta de chocolate con relleno de albaricoque. Sea la hora que sea siempre está repleto de turistas degustándola, incluso haciendo cola para ello a sus puertas.
Enfermo y empobrecido, Antonio Vivaldi murió el 28 de julio de 1741 en un apartamento del edificio que hoy alberga el famoso Hotel Sacher. En la fachada del hotel hay una placa en su recuerdo. El genio veneciano se trasladó a Viena en la década de 1730 donde gozó de la protección del mismísimo emperador Carlos VI quien admiraba profundamente su música. Tras fallecer Carlos VI en octubre de 1740, Vivaldi quedó sin protección imperial y sin fuente de ingresos.
Dejando atrás el Hotel Sacher, llegamos a la Albertina. Se trata de un museo que conserva una de las colecciones gráficas más extensas del mundo, con más de 65.000 dibujos y alrededor de un millón de grabados. Se ubica en un palacio construido sobre los últimos restos de la muralla de Viena y que, a finales del siglo XVIII, perteneció al duque Alberto y a su mujer María Cristina. De ahí toma su curioso nombre, mezclando los nombres de ambos personajes.
Dejamos la Albertina a nuestra derecha y accedemos al Burggarten. Atravesamos este precioso jardín disfrutando de varias estatuas de compositores y otros personajes conocidos; la más famosa es la de Mozart, fotografiada cada día por miles de turistas. También encontramos una serie de invernaderos de estilo Art Déco, como la Casa de las Palmeras (Palmenhaus) o el famoso Schmetterlinghaus, mejor conocido como la Casa de las Mariposas.
Llegamos a la imponente plaza de María Teresa. En el centro encontramos un enorme monumento en honor de la gran Emperatriz de Austria. María Teresa I fue la primera y única mujer que gobernó sobre los dominios de los Habsburgo. Accedió al trono con solo 23 años y bajo su reinado, entre 1740 y 1780, se acometieron grandes reformas económicas y educativas. Fue una gran mecenas de las artes, e hizo de Viena una capital elegante y señorial.
La plaza María Teresa está flanqueda al norte y al sur por dos de los más importantes museos de la ciudad: el de Historia Natural y el de Historia del Arte. Ambos se ubican en sendos edificios prácticamente «gemelos» o simétricos. En este viaje dedicaremos un capítulo especial al museo de Historia del Arte, ya que lo disfrutaremos tranquilamente y con detalle durante casi toda la mañana de nuestro segundo día en Viena.
Entre la plaza María Teresa y el Hofburg de Viena, dirigimos la mirada hacia el norte y divisamos el precioso e imponente edificio del Parlamento austriaco. Ubicado en la Wiener Ringstrasse, es uno de los edificios más relevantes de Austria y una joya de su arquitectura. Hasta principios de 2023 fue reformado por completo. Ofrece visitas guiadas en varios idiomas. Como no disponíamos de mucho tiempo lo vimos tan solo desde el exterior.
Proseguimos nuestro paseo por Viena y accedemos al recinto del Hofburg de Viena. Es uno de los mayores conjuntos palaciegos del mundo. Antaño fue la residencia imperial durante más de 600 años; hoy es el eje central de la cultura y política austriacas. Alberga el famoso Museo de Sisí, cuenta con 2.600 estancias y 18 alas. También es conocido como el palacio de invierno, ya que en verano la familia imperial se desplazaba al Palacio de Schömbrunn.
Dentro del Hofburg de Viena, visitamos la Biblioteca Nacional de Austria. Es la mayor biblioteca barroca de Europa. En sus estanterías de madera, ricamente ornamentadas, alberga más de 200.000 obras escritas entre 1501 y 1850. La estancia principal de la biblioteca, denominada Sala de Gala, tiene 80 metros de largo, 30 de alto y es de una belleza descomunal. Se considera, y con justicia, una de las salas de biblioteca más hermosas que hay en el mundo.
En el mismo recinto del Hofburg de Viena visitamos también la Cámara del Tesoro, otro excelente lugar para disfrutar. En poco tiempo se pueden contemplar dos coronas imperiales, así como el tesoro de la Herencia Borgoñona y el tesoro de la Orden del Toisón de Oro. La legendaria corona del Sacro Imperio Romano Germánico, en la imagen, es el centro de la exposición. Está datada en la segunda mitad del siglo X.
No podía faltar una pequeña recomendación gastronómica típica de Viena, que además es una buena opción para recargar energía en un día de tanto caminar. No dejes de degustar un delicioso y crujiente schnitzel, todo un símbolo de identidad de Viena. Consiste en un filete de ternera empanado, muy fino y frito, con guarnición de ensalada de patata. Es fácil encontrar restaurantes donde lo preparan estupendamente.
Continuando nuestro camino, llegamos al corazón de Viena. Estamos ante la Catedral de San Esteban cuyo origen se remonta al año 1147. Su torre más elevada tiene 136 metros de altura y se divisa desde muchas partes de la ciudad. La gente la llama «Steffl», traducido es algo así como «Estebanito». Con su colorido y llamativo tejado es uno de los monumentos más espectaculares de Viena. Una visita casi obligada por su gran belleza.
La experiencia Vienna Pass te posibilita la entrada a muchos museos y atracciones de la ciudad a un mejor precio. También te da acceso a los autobuses turísticos amarillos con distintos recorridos por las zonas más interesantes de Viena. Asimismo incluye un paseo en barco por el Danubio, momento ideal que aprovechamos para escuchar el famoso vals El Danubio azul de Johann Strauss mientras navegamos relajadamente por sus aguas.
En nuestro camino pasamos junto al Urania, un edificio bastante singular del modernismo vienés que alberga un observatorio astronómico y un planetario. Está emplazado a orillas del Danubio, muy cerca del centro de la ciudad. Fue inaugurado en 1910 por el Emperador Francisco José I. Durante la Segunda Guerra Mundial, el edificio fue gravemente dañado y la cúpula del observatorio fue totalmente destruida. Después de su reconstrucción, se reabrió en 1957.
Y así, con estos 18 apuntes, resumimos el séptimo día de viaje que también se nos ha hecho brevísimo teniendo en cuenta los numerosos e inspiradores lugares que hemos visitado. Ahora nos disponemos a descansar y tomar fuerzas para la no menos apasionante jornada de mañana en la que seguiremos disfrutando con las maravillas y tesoros que se encuentran en este hermosa ciudad.