De buena mañana iniciamos una nueva etapa. Por delante, cerca de 700 kilómetros para llegar hasta Salzburgo, atravesando los Alpes de sur a norte. Partimos de la capital toscana con la cabeza, el corazón y el espíritu renovados tras disfrutar de tanta belleza. El genio de Miguel Ángel, plasmado con grandeza en su David, nos acompañará siempre. A Florencia no le decimos «adiós» sino sencillamente «hasta pronto».
Piotr Ilich Tchaikovsky (1840-1893) encarna la música rusa por excelencia. La etapa final de su vida, entre los años 80 y 90, estuvo marcada por sus largas estancias en Florencia, y fue especialmente fructífera, pues en ella compuso Capricho Italiano, la ópera La dama de Pique y Souvenir de Florence. Aprovechamos nuestra partida de Florencia para regalarnos los oídos escuchando estas maravillas del gran compositor ruso.
Refrescamos un poco de geografía que también nos apasiona. Italia está dividida en 5 grandes áreas geopolíticas que aglutinan las 20 regiones administrativas de la república. Estas a su vez, se subdividen en 110 provincias. En nuestros 3 días de viaje por tierras italianas pasamos por un total de 6 regiones: Liguria, Toscana, Emilia-Romaña, Lombardía, Véneto y Trentino-Alto Adigio, «el Tirol del Sur».
La autostrada del Sole (A1 en la numeración visible) es la más larga de las autopistas italianas actualmente en funcionamiento. Es el principal eje vertebrador del país, une Milán y Nápoles pasando por Roma a través de 754 kilómetros de recorrido. Al partir desde Florencia, nosotros la recorremos tranquilamente hasta Módena, pasando por Bolonia, en lo que se conoce como «tramo apenínico», ya que atraviesa los Apeninos tosco-emilianos.
Otro pequeño apunte de carácter gastronómico. Durante nuestro paso por la región de Emilia Romaña, no perdemos de vista que estamos atravesando también la región originaria del famoso queso parmesano («parmigiano reggiano» en italiano). Pasamos a muy pocos kilómetros del epicentro de sus principales núcleos de producción. Sin duda alguna, otro interesante asunto que dejamos pendiente para futuros viajes de descubrimiento.
Dejamos atrás la región de Emilia Romaña y entramos en la de Lombardía. Antes de llegar a Mantua, atravesamos el gran río Po que fluye de oeste a este, desde los Alpes cocios al mar Adriático, donde desemboca en un amplio delta cerca y al sur de la ciudad de Venecia. Tiene una longitud de 652 kilómetros, 691 si se considera el sistema Po-Maira, un afluente de la margen derecha, que lo convierten en el río más largo que transcurre íntegramente por Italia.
Tras nuestro breve recorrido por la región de Lombardía, comienza nuestro igualmente breve trayecto por la región del Véneto. Pasamos junto a Verona, otra de las joyas italianas, famosa entre otras muchas cosas, por ser el escenario de Romeo y Julieta, la inmortal tragedia del amor escrita en 1597 por William Shakespeare (1564-1616). Tomamos buena nota para poder visitar con calma esta preciosa y milenaria ciudad en otra ocasión.
A poco más de 100 kilómetros al este de Verona, se encuentra la mágica Venecia. A nuestra derecha dejamos el cruce con la autopista A4 que conduce hasta allí. Resulta inevitable no trasladarse mentalmente hasta esta «ciudad sobre el agua» única en el mundo, que vio nacer entre otros grandes artistas del insigne Antonio Vivaldi (1678-1741). Venecia es otro gran destino que sin duda abordaremos en algún otro futuro viaje cultural por Europa.
También desde Verona, y hasta que pasemos más al norte por la ciudad de Bolzano, seguimos avanzando por la autopista A22. En este tramo, el camino transcurre durante más de 150 kilómetros seguidos junto al curso del río Adigio, ofreciéndonos unas vistas preciosas. El río Adigio, con 409 kilómetros de longitud, tras el río Po, es el segundo río más largo de Italia. Al igual que este y muy cerca del mismo, acaba desembocando en el mar Adriático.
Dejamos atrás la región del Véneto y seguimos nuestro camino, paralelo al curso del río Adigio, hasta llegar a la altura de Trento. Esta bonita ciudad renacentista, rodeada de montañas, conocida internacionalmente por el Concilio que tuvo lugar aquí entre 1545 y 1563 como respuesta de la Iglesia católica a la Reforma protestante, es la capital de la región Trentino-Alto Adigio y de la provincia autónoma de Trento.
A medida que nos vamos adentrando más en los Alpes italianos, de repente, descubrimos a nuestra derecha una impresionante vista sobre los Dolomitas, una serie de grupos montañosos caracterizados por su composición casi total de dolomía, roca formada principalmente por el mineral dolomita, famoso por su color pálido. Resulta una preciosa y espectacular imagen que difícilmente podremos olvidar en nuestra memoria.
Antes de llegar a Brenner, última localidad italiana antes de entrar en Austria, y mirando a la izquierda desde la carretera, pueden verse algunas cumbres de los Alpes cubiertas de nieve. Es otra vista de esta etapa del camino que impresiona mucho, sobre todo teniendo en cuenta que estamos en pleno mes de agosto y por el contraste con las altas temperaturas que venimos sobrellevando desde el inicio del viaje.
Salimos de Italia hacia el norte, pero seguimos atravesando los Alpes y lo hacemos ya por territorio austriaco, a través del estado del Tirol. Qué mejor momento para disfrutar de la compañía del gran genio de la música clásica durante el trayecto que nos resta hasta Salzburgo. Dicho y hecho, mientras nos dirigimos a su patria, nos deleitamos escuchando distintas obras maestras del inspirador Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791).
Tirol es uno de los 9 estados federados que integran la República de Austria. Es el tercer estado austriaco en extensión y el quinto en población. Mientras avanzamos de sur a norte por sus preciosas tierras, pasamos muy cerca de su capital, Innsbruck, cuyo nombre proviene de la fusión de «Inn» (el río Eno en idioma alemán) y de «Bruck» ('puente' en esa lengua). Rodeada de montañas, es uno de los destinos favoritos para amantes de los deportes de invierno.
Si el río Adigio nos acompañó en nuestro camino por el norte de Italia, aquí en el Tirol lo hace el río Eno, «Inn» en alemán. La carretera discurre a su lado durante más de 100 kilómetros, desde Innsbruck ('el puente sobre el río Eno') hasta Rosenheim, ya en Alemania. El río Eno es uno de los principales afluentes del gran río Danubio. Nace en los Alpes, discurre por Suiza, Austria y Alemania; y tiene 517 kilómetros de longitud.
Pasado Kufstein, dejamos Austria a nuestra espalda y entramos en Alemania. Antes de llegar a Rosenheim dejamos el curso del río Eno y giramos a nuestra derecha por la autopista A10 rumbo a Salzburgo. Pronto nos encontramos con el lago Chiem, otra de las bellas e inesperadas sorpresas del viaje. Un inmenso lago de agua de deshielo también conocido como «el mar de Baviera». Un buen tramo de la carretera discurre por su orilla, regalándonos unas vistas preciosas.
Esta mañana amanecimos en Florencia y ahora, tras casi 700 kilómetros de viaje atravesando los Alpes, por fin llegamos a las puertas de Salzburgo. Nuestro destino de etapa es Freilassing, una tranquila localidad alemana colindante con Salzburgo. Es una fabulosa opción de alojamiento con calidad a un precio más que razonable. Tras degustar un buen plato bávaro nos disponemos a descansar y recargar baterías para la genial etapa de mañana.
Y así, con estos 17 apuntes, resumimos el quinto día de viaje que como los cuatro anteriores, se nos ha hecho cortísimo, a pesar de la cantidad de kilómetros recorridos. Mañana rendiremos homenaje al gran genio de la música clásica y disfrutaremos de las maravillas que se encuentran en su hermosa ciudad natal.